Subiendo la montaña
con 50 kilos de plomo en las piernas
no siento dolor,
las rocas están tiernas
un día de valor,
la lluvia es tu piscina inversa
y la esperanza más fuerte que dios.
Me cuentan que inocentemente tiembla,
cuando un nuevo verso vaga por mi lengua
y se escapa a su tímpano harto de temas de mierda,
en una sociedad al borde de la quiebra
no me educaron como a un zángano,
el pan hay que ganárselo
y a veces no recoges lo que siembras.
Vivir de lo que amo es tan utópico
que todo lo que escribo me parece una leyenda
y lo coherente no sé dónde está,
se enamoró de la sombra
y tiene el cuerpo molio en un continuo jet lag
de tanto viajar por el limbo,
de vez en cuando aparece más siento que no soy el mismo
las bonitas historias acaban pronto,
por eso guardo una captura del momento
hasta siempre hasta nunca hasta quien sabe
el mañana, tiende a dejarnos con caras de tonto
tú quieres hacerme tocar fondo, prueba,
aún recuerdo al último que lo intento,
por suerte en ocasiones la vida te premia,
estoy donde quiero estar y no me afectan las calumnias
parece que fue ayer ,con el J
empezando la aventura
dos críos buscando respeto en un parque,
ahora el parque esta vacío y nadie se respeta por que se perdió la esencia
¿te acuerdas? las noches que pasamos,
el verano decisivo, las mañanas de promesa…
juré no desviarme del camino y aquí sigo, aquí sigo.